ruido.
Podemos pensar que el ruido es un invento moderno, o más bien una consecuencia de un tipo especÃfico de organización social y económica; nos referimos al mundo que se establece en torno a las fábricas y las grandes urbes. Medios de transporte, publicidades, máquinas robot; todas fuentes de ruido, y entendamos ruido, por favor, fuera de cualquier criterio de valoración basado en lo bello, como algo no deseado, algo que interfiere y molesta. Antes, en un hipotético mundo preindustrial, el silencio. También la música, siempre la música. Entonces, se ha hablado de música y mÃmesis, de cómo la música podrÃa imitar, representar aquello que en verdad se presenta en el mundo cotidiano, en la realidad extramusical, realidad, ya lo veremos, destinada a desaparecer. Ahora bien, la bola de nieve existe, los ludditas también y las ciudades se convierten en la piedra fundamental de la era del ruido. Aquel que quiera un análisis mayor de tal proceso no lo encontrará aquÃ. Paralelamente la música comienza a aceptar el ruido, primero el de los instrumentos de percusión, luego la música concreta, pasando por los futuristas y por las nuevas técnicas instrumentales. Atención, nos referimos, claro, al occidente judeocristiano. Aceptemos entonces que la música toma un caracter verdaderamente mimético por primera vez en la historia. ¿Qué diferencia los helicópteros de la Federal de los de Stockhausen? Cage ironizó: ¿qué es más musical, un camión pasando por la calle o un camión pasando por una escuela de música? La música se confunde ahora con la realidad cotidiana y, en un proceso que se ha entendido como una estetización difusa o una estetización general de la existencia, el mecanismo inverso también existe; la realidad imita al arte. El mundo se ha vuelto estético y la escucha estética de el es posible, qué cambia si vivo mientras escucho las guitarras de Sonic Youth o si escucho “Echoesâ€� de Pink Floyd mientras pasa un auto; como espectador, como escucha, me convierto en un verdadero creador, en el paroxismo dirÃamos el único posible. Algunas palabras para tener en cuenta: ‘superposición no jerarquizada de fragmentos’. Necesitamos los conciertos al aire libre y el obelisco pide un poco de smk.